Quise oír, pero no pude,
el silencio acompañaba mi incertidumbre,
y en medio de tanta miseria
no hay fe que a mi espíritu de lumbre.
No hay visión que pueda
borrar el horror que en mi cabeza se vislumbra,
sobreponiéndose a la más bella visión
y con la cual me iré a la tumba.
Si una canción, una simple melodía,
no puede acallar a un niño que solloza,
pues por qué quieres dormir mi desesperanza
con cuentos hermosos y palabras bellas.
Quise ver, pero no pude,
la niebla tapa todo lo que espero
dejando ver solo lo que soy
y que de mi destino no soy dueño.
© María Teresa Martín González - Año 1997
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Hola amiga me ha encantado tu poema, se puede percivir al leerlo que está escrito con el corazón. Un fuerte beso.
ResponderEliminarTU ERAS COMO YO, ESCRIBIAS POEMAS EN LA ADOLESCENCIA. ME ENCANTAN PORQUE MUESTRAN TODO ESE CAUDAL DE DUDAS Y DE CIERTO DRAMATISMO QUE SOLIAMOS PONER EN NUESTROS ESCRITOS.
ResponderEliminarES QUE TODO PARECIA SER TAN ABRUMADOR, LO SUFRIAMOS EL DOBLE.
BESITOS
PD. SOMOS CASI DE LA MISMA EDAD PORQUE YO TAMBIÉN ERA ADOLESCENTE EN EL 77.
CARIÑOS
Hola amiga precioso poema.
ResponderEliminarCon esa edad ya se aventuraba una gran escritora.
Felicidades.
Saludos.
Gracias a las tres. Yo soy del 78, finales del 78. Es curioso porque examinando el diario, parece un blog en papel, escritos, fotos, imágenes...como avanzan las tecnologías. Jamás compartí el contenido y pocas cosas son las que pondré, pero me ha hecho ilusión volver a leerlas, aunque a veces pienso, ¿en qué estaba pensando cuando lo escribía?
ResponderEliminarUn saludo.
Las inquietudes de espíritus sensibles siempre encuentran una edad y un camino en el que manifestarse. Cada cual tenemos nuestro medio, y también cada cual encuentra su época. Te felicito por haber gozado, ya tan joven, del placer de las letras hechas poema.
ResponderEliminarBesos
Me parece muy bien que compartas este hondo poema. Los abismos de nuestro interior deben tener su parcela en la lírica. Qué hubiera sido sino de los poetas malditos (mis preferidos)
ResponderEliminarBesos y no hay que temer a vaciar el alma.
Hola Mª Teresa, regreso a tu espacio llena de gratitud por tus palabras y tu interés por mis escritos. Nuestra compañera Maribel Flores es muy valiosa y celebro que nos haya posibilitado el encuentro esta alhaja de persona y de poeta.
ResponderEliminarEs genial que hayas decidido compartir tus poemas guardados en un cajón, creo que dice mucho y muy bueno de tí ese gesto tan honesto y cercano pues esta voz que late ahora contiene también aquellos temblores de esos instantes tan íntimos e introspectivos.
Tu poema -que por supuesto que lo es- más que grito rebosa alarido de desesperanza y su hondura atraviesa y exhuma esa impotencia que siempre enterramos dentro de nosotros.
Me ha gustado mucho leerte y os doy las gracias a tí y a Maribel por haberme permitido descubrirte.
Un abrazo inmenso.