jueves, 30 de diciembre de 2010

La nieve se reflejaba en sus ojos, brillante, pura, encerrada en sus pupilas como en una jaula con la barriga llega de estrellas. Movía sus bracitos nerviosa, mientras yo podía notar el palpitar galopante de su pequeño corazón. Sonreía, mordía con entusiasmo aquella diminuta manopla que nunca conseguía quedarse en su mano más de tres minutos. Él la miraba asombrado a mi lado, observando sus carrillos sonrosados y los rizos dorados que sobresalían por debajo del gorro de lana de estrambóticos colores. La niña reía y reía, descubriendo con fascinación, su primera navidad.

© Mª Teresa Martín González


Wikio

6 comentarios:

  1. MUY BUENO!!!!CORTITO PERO LINDO.
    UN SALUDO CON MIS MEJORES DESEOS PARA EL 2011 Y GENEROSOS REYES.
    ANTONIA.

    ResponderEliminar
  2. Un gran corazón de poeta, dentro de un gran corazón de persona. Ojalá, en el próximo año y en los mil años siguientes siga creciendo en ambas dimensiones, y que sigamos compartiendo versos, ilusiones e inquietudes. Un beso con mucho cariño. Feliz año nuevo

    ResponderEliminar
  3. Gracias a ti, por estar a mi lado, cielo...
    Pincha el enlace, te regalo un villancico...

    FELIZ NOCHE DE REYES

    ~Charo Bustos~

    ResponderEliminar
  4. Grcias por tu comentario, feliz año. El tuyo es muy intersante también. Besos.

    ResponderEliminar
  5. HOLA MAITE, GRACIAS POR HACERNOS GOZAR CON TUS INTERESANTES RELATOS. BESOS MARUJA.

    ResponderEliminar