sábado, 7 de marzo de 2009

El momento crítico

Di un paso atrás, observando cómo él alzaba la mano con rapidez. Con una delicadeza absoluta movió el instrumento, cuyo metal reflejó el brillo de las lámparas durante un instante. Los gritos de la mujer no le detenían, todo lo contrario, le hacían apresurarse hacia su objetivo. Su rostro no mostraba cambio alguno al apreciar la intensa respiración de ella. Tuve la sensación desde mi posición de que aquello se había convertido en algo mecánico para él, no había sentimiento, lastima o satisfacción. La sangre surgió, manchando sus guantes. Soltó el instrumento afilado y entonces, por primera vez su boca se torció ligeramente formando una mueca de hastío.
Los gritos eran tan constantes que parecían surgir como un lamento único que rebotaba en las frías baldosas de la pared. La mujer respiraba ya si aliento, intentando aguantar la insoportable situación. Me acerqué, oliendo la sangre y el sudor. Un último grito, un llanto final que dio paso a otro totalmente distinto. “Bienvenido a la vida”, susurró él, acercando el bebe al pecho de su madre.

© Mª Teresa Martín González


1 comentario:

  1. Esta semana veo en varios trabajos el toque de intriga, de suspense, que hace que los devoremos hasta el final. Desde mis luces de alumna, creo apreciar que va subiendo el nivel de calidad, aunque precisamente Tú, Maite, hace tiempo que has demostrado tu maestría.
    Resulta agradable ver lo animados que todos estamos (el profe, el primero) a darle al teclado. ¡Estupendo Mayte!

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