viernes, 15 de febrero de 2008

Mi interior

Hoy escuché un silencio tras la puerta. No quise abrir por temor a desvanecerme en aquel espacio ignoto. Me incorporé sin levantarme de mi suelo adoquinado observando el trasiego del tiempo que se había parado en aquel cuartucho. El techo que guardaba tantos secretos ahora se alzaba pretendiendo aplastarme con su incapacidad para dejarme ver el cielo. Noté el sudor de la desidia que resbalaba sobre mi anónimo cuerpo, y respiré sin tragar aliento de vida. No hay ya zapatos que estrenar en mis pies descalzos, solo hay una suela de llagas surgidas para afrontar el futuro de lo ya conocido. Hoy escuché un silencio tras la puerta, abrí, y el silencio me habló de mí.

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